La Junta de Extremadura, el SES y el SEPAD tardaron 40 días en reaccionar frente a la pandemia en las residencias de mayores
El 21 de junio de 2020 terminó el estado de alarma decretado el 14 de marzo. Han sido 99 días de incertidumbre, de dolor y de lucha contra el nuevo coronavirus que ha desestabilizado social y económicamente al país, causando la muerte, durante ese período, de 28.322 españoles y 245.938 contagios por Covid-19. Mientras que Extremadura registra 3.047 positivos por covid-19 y 519 muertos.
Una de las grandes carencias en esta crisis sanitaria ha sido la insuficiencia y exigüidad alarmante de equipos de protección para los sanitarios. En especial en Extremadura.
José Vicente Granado, director gerente del Sepad, en la entrevista publicada por el Diario HOY el lunes 6 de julio de 2020, a la pregunta que le realiza el periodista ¿Entonces si ahora hubiera un rebrote habría suficiente material de protección?, responde: "Sí, ahora sí. Para eso hemos comprado mucho material" (https://bit.ly/2W6FeCK).
Una de las grandes carencias en esta crisis sanitaria ha sido la insuficiencia y exigüidad alarmante de equipos de protección para los sanitarios. En especial en Extremadura.
José Vicente Granado, director gerente del Sepad, en la entrevista publicada por el Diario HOY el lunes 6 de julio de 2020, a la pregunta que le realiza el periodista ¿Entonces si ahora hubiera un rebrote habría suficiente material de protección?, responde: "Sí, ahora sí. Para eso hemos comprado mucho material" (https://bit.ly/2W6FeCK).
"Sí, ahora si". Pero antes no. Antes, como afirman los trabajadores de la Residencia Asistida 'El Cuartillo' de Cáceres, "otro de los errores fue la falta de protecciones", que al principio no es que fueran escasos es que «no existían».
En el reportaje publicado por El Periódico Extremadura el jueves 23 de abril de 2020, 40 días después de declararse el Estado de Alarma, los trabajadores de la Residencia Asistida 'El Cuartillo' de Cáceres declaraban al citado medio: «Seguimos con poca protección y la zona aislada se ha separado con un plástico».
En el reportaje citado se habla de los medios de protección. De los cuales se indica lo siguiente: "Otro de los errores fue la falta de protecciones, que al principio no es que fueran escasos es que «no existían» De hecho, tal y como cuenta esta empleada, entraban en las habitaciones de los infectados solo con una mascarilla y guantes, porque no tenían nada más, y los manipulaban. «Teníamos que entrar en sus habitaciones porque no podíamos dejarles ahí sin comer, por eso nos hemos contagiado tantos trabajadores», reconoce. Se plantaron varias veces a la dirección, negándose a trabajar en esas condiciones. De hecho, las protecciones no llegaron hasta principios de abril y a requerimiento de la Inspección de Trabajo, que exigió a la Junta de Extremadura que dotara a esta residencia de lo necesario para hacer frente a la pandemia".
Así como del aislamiento de los residentes. Del cual se dice lo siguiente en el reportaje de El Periódico Extremadura citado: "Los empleados consideran que la situación a la que se ha llegado en este centro es fruto de los errores que se cometieron desde el principio. Entre ellos está la decisión de aislar a todos los residentes para evitar que el virus se propagara. «Se tardó mucho tiempo en aislarlos a todos. Seguían bajando a comer todos al comedor, sí es cierto que se distribuían de otra manera para que estuvieran más separados, pero seguían todos usando las zonas comunes», asegura una trabajadora que prefiere no dar su nombre".
Así fue recogido también por los Informativos de Antena 3 (Antena 3 Noticias) como el siguiente vídeo muestra (https://youtu.be/KLFG6ZoBhMM).
También dudan los trabajadores, 40 días después de declararse el Estado de Alarma, de las medidas de aislamiento que se han llevado a cabo. Al respecto dicen: "han dividido los pasillos: A un lado los infectados y a otro los sanos. Para impedir el paso de un pasillo a otro han pegado a la pared un plástico (el que cubría un pallet de esponjas que recibieron), tal y como se observa en la fotografía de este reportaje. Aquí no hay puertas y había que limitar el acceso de alguna manera" (https://bit.ly/2Vuixsk).
Y, además, sin derivaciones de los residentes a los hospitales: "Otra de las particularidades de este centro de mayores es que casi ninguno de los residentes son derivados al hospital (los que se han trasladados ha sido a petición de las familias, aseguran los trabajadores)".
Todo ello reconocido por el Director Gerente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), José Vicente Granado, en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Asamblea de Extremadura, al evocar que en la Residencia Asistida de Cáceres "hubo falta de protocolo y conocimiento", de materiales de protección; así como que los residentes "han sufrido mucho y se han deteriorado mucho", también cognitivamente (https://bit.ly/2BmP0cE). No es sorprendente pues que, tras las críticas recibidas de la oposición en la citada Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Asamblea, «Granado ha reconocido que al inicio no existía un plan de contingencia y que ha sido la propia crisis la que obligó a tomar las medidas, muchas veces “forzadas y sobre la marcha”» (https://bit.ly/2AlGVoj).
Y esta evidencia no está solo admitida por el Director Gerente del SEPAD, pues el propio Consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, reconoce que «mandamos a luchar a nuestros profesionales probablemente con menos materiales de protección individual de los que establecían los protocolos» (https://bit.ly/2ZaVAek). Estas declaraciones del Consejero de Sanidad y Servicios Sociales indican claramente cuál es el origen del contagio y muerte de nuestros seres queridos (https://bit.ly/2ZbNnGM).
Y así en todo, también en el vaivén de criterios del Gobierno de Extremadura sobre el uso de mascarillas (https://youtu.be/WJ2zdRhyKF0).
Vergeles pidió a la Asociación Costureras de Extremadura que dejaran de coser mascarillas, "dejen de hacerlo pues, no son necesarias" (https://bit.ly/3ejB3to). Esto lo decía en marzo, en pleno pico del desabastecimiento de equipos de protección. Vergeles, en vez de ofrecerles materiales para su confección se dedicó a criticar y poner reparos a la iniciativa de esta asociación que, por otra parte, fue muy bien acogida en otras Comunidades Autónomas a las que abastecieron tanto de mascarillas, batas y otros equipos de protección para sus sanitarios.
Si el Consejero Vergeles, desde el inicio de la pandemia, hubiera tomado en consideración esta medida que ahora adopta de la obligatoriedad de las mascarillas, así como garantizado equipos de protección a los sanitarios y mascarillas a los residentes de residencias de mayores, la mayoría de nuestros seres queridos estarían ahora vivos.
Pero en vez de ayudar se dedicó a entorpecer, es más, ante la puesta en conocimiento público del hecho, que se ha repetido en muchas más ocasiones, de trasladar a usuarios de un centro contagiados con otros que no lo estaban en la misma ambulancia, la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales dio instrucciones a la Abogacía General de la Junta de Extremadura para presentar denuncia en el juzgado contra el titular del perfil de Facebook que lo había dado a conocer (https://bit.ly/3efMHpq). Una práctica habitual en el comportamiento soberbio, prepotente, autoritario, despótico, engreído y pedante de esta institución, así como de sus diferentes ámbitos y responsables, pues como manifestó en el pleno celebrado el jueves 9 de julio, en la Asamblea de Extremadura, la portavoz parlamentaria del PP extremeño, Cristina Teniente, sobre las presiones que sufren los familiares de residentes del centro El Cuartillo de Cáceres, dado que la "directora de La Asistida les amenaza con no ver a sus familiares si denuncian" (https://bit.ly/2Ogbwqt).
Si el Consejero Vergeles, desde el inicio de la pandemia, hubiera tomado en consideración esta medida que ahora adopta de la obligatoriedad de las mascarillas, así como garantizado equipos de protección a los sanitarios y mascarillas a los residentes de residencias de mayores, la mayoría de nuestros seres queridos estarían ahora vivos.
Pero en vez de ayudar se dedicó a entorpecer, es más, ante la puesta en conocimiento público del hecho, que se ha repetido en muchas más ocasiones, de trasladar a usuarios de un centro contagiados con otros que no lo estaban en la misma ambulancia, la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales dio instrucciones a la Abogacía General de la Junta de Extremadura para presentar denuncia en el juzgado contra el titular del perfil de Facebook que lo había dado a conocer (https://bit.ly/3efMHpq). Una práctica habitual en el comportamiento soberbio, prepotente, autoritario, despótico, engreído y pedante de esta institución, así como de sus diferentes ámbitos y responsables, pues como manifestó en el pleno celebrado el jueves 9 de julio, en la Asamblea de Extremadura, la portavoz parlamentaria del PP extremeño, Cristina Teniente, sobre las presiones que sufren los familiares de residentes del centro El Cuartillo de Cáceres, dado que la "directora de La Asistida les amenaza con no ver a sus familiares si denuncian" (https://bit.ly/2Ogbwqt).
Como afirmó ayer Javier García, presidente de la Asociación Damnificados Asistida Cáceres, «hemos retrocedido 40 años en democracia, hemos vuelto a los ‘Santos inocentes’ ¿Qué hay que tapar?» (https://bit.ly/3264vAN).
En resumen y como certeramente le dijo Fernando Manzano, secretario general del PP en Extremadura, a Guillermo Fernández Vara, «obsceno es lo que estás haciendo con las residencias de mayores de Extremadura y especialmente con la Asistida de Cáceres, donde van ya 89 fallecidos. Esto además de obsceno tiene otro nombre: genocidio» (https://bit.ly/2KTY0Hp).