Preguntas de la diputada Consuelo Rodríguez Píriz en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, celebrada en Mérida el lunes 29 de junio de 2020, sobre la actuación de la Junta en la Residencia Asistida 'El Cuartillo' de Cáceres
Gracias, señor presidente.
Buenos días, señor Granados.
En primer lugar, yo también quiero mostrar mis condolencias a los familiares de los fallecidos en Extremadura por Covid-19 y mi solidaridad a los familiares que no han podido ver a sus residentes y han pasado un verdadero calvario.
Y por supuesto, mi apoyo a los trabajadores de la cámara, a los que debemos mucho que nos estén cuidando y que gracias a Dios pues estamos todos bien.
Miren, señor Granado, yo no sé si felicitarle, porque es que claro, viene usted a contarnos todo lo que ha hecho y digo yo, si todo lo que ha hecho es efectivamente ha sido así, por qué hemos tenido el índice de letalidad mayor de España. Yo eso me gustaría cuestionármelo.
Usted viene aquí a tapar, a pasar página y a dar carpetazo a la realidad de lo que ha ocurrido en Extremadura en las residencias de mayores, señor Vergeles. Usted tendría que haber venido hoy a dirimir responsabilidad, a dirimir qué pasó para que a Extremadura, le vuelvo a reiterar, tenga el índice de letalidad uno de los mayores de toda España de fallecidos en residencias de mayores.
Pero no sólo tiene el índice de mayor letalidad en residencias de mayores, sino de mayor sufrimiento de los mayores en las residencias en los centros residenciales, como le voy a explicar después.
No podemos pasar página sin hacer un examen de conciencia o de gestión. Se podría resumir en una frase la gestión del SEPAD en la crisis sanitaria por la pandemia Covid-19 ha sido un auténtico desastre. Y fíjese que soy suave y no digo lo que ha dicho su socio de Gobierno Pablo Iglesias refiriéndose a la Comunidad de Madrid y hablando de que había sido un acto criminal. Yo simplemente le digo que ha sido un auténtico desastre.
Porque mire, en Extremadura, como le decía, es la segunda comunidad de toda España después de Aragón con el mayor porcentaje un 85,2 de fallecidos en residencia durante la crisis del Covid-19 según las propias comunidades autónomas. Andalucía tiene un 39, pero Madrid que tiene un 32,4 su socio de Gobierno le dice a la presidenta de la comunidad de Madrid que es un acto criminal lo que ha ocurrido con las residencias de mayores. ¿Qué calificativo tendríamos que poner en Extremadura, señor Granado?
El total en Extremadura han muerto o el coronavirus ha matado a 432 ancianos en Extremadura. Lo que equivale al 85% del total de víctimas, según datos facilitados por el SES.
La residencia que más fallecidos cuenta ha sido hasta el momento la asistida de Cáceres, que ustedes dicen que suma 75. Luego lo hablaremos también. La de Garrovillas de Alconetar que suma 28, Domus Vie que tiene 21, la CAT 19 en la Cervantes de Cáceres, la de Arroyo de la Luz 18, la de Coria, 17 la de Santiago de Alcántara... en fin, podría seguir relatando las cifras de fallecidos, pero que está bien que lo hagamos para seguirle rindiendo homenaje.
Señor Granado, yo le pregunto ¿qué pasó en las residencias de mayores? ¿Qué pasó para que se convirtieran en una trampa mortal para nuestros mayores? Usted lo ha pensado. Yo me imagino que sí, porque creo que usted tiene un buen talante y creo que es capaz de reflexionar. Pero hoy no ha venido a contarnos qué pasó en las residencias de mayores. Usted ha venido a dar unas cifras rápidas volando, para quitárselo de encima y pasar a otra página menos negra de la historia del SEPAD.
¿Por qué tardaron tanto ustedes en reaccionar ante una situación de la que ya estaban avisados? Porque en Madrid estaba ocurriendo. Ya estaban pasando las cosas. Pero aquí no se quisieron ver.
Los familiares quieren saber qué ocurrió exactamente y por qué no se protegió a tiempo a las personas más vulnerables y por qué les abandonaron a su suerte en los centros residenciales.
Pero para llegar hasta aquí han tenido que sucederse múltiples déficits de gestión y como a ustedes les gusta el relato yo les voy a contar el relato. El relato del abandono en el que han sumido a los centros residenciales.
El primer abandono ha sido la falta de material de protección EPIS, mascarillas y guantes en todos los centros residenciales durante mucho tiempo, durante demasiado tiempo desde que comenzó la pandemia. Se les pidieron desde todas las organizaciones, sindicatos, colegios profesionales, residencias privadas y por supuesto, desde el Partido Popular que les llamábamos casi cada día. Pero le digo más, no sólo en las residencias de mayores, sino también ha habido falta de material de protección en los sociosantiarios de Mérida y Plasencia, en los centros residenciales del MADEX y en los centros de acogida de menores.
El segundo abandono fueron los trabajadores de los centros residenciales que han sufrido muchos contagios y muchas bajas laborales precisamente por no tener medidas de protección, y dificultades que han tenido para suplir esas bajas porque el personal de enfermería y auxiliares no quieren trabajar en el SEPAD por la diferencia de las condiciones con respecto al SES.
Durante el Gobierno del presidente Monago se estaturizó en el SES a los médicos del SEPAD y se quedó pendiente a los enfermeros y personal sanitario, pero ustedes recortaron en personal y no se siguió avanzando en esta cuestión que, a la vista está que hubiera sido muy definitiva en este momento.
Esta baja de personal sólo ahonda en la herida que ya había en los centros residenciales del SEPAD de falta de personal por los recortes que se han hecho en los años anteriores, como así lo denunció CSIF en numerosas ocasiones.
Las residencias deberían haber tenido un refuerzo presupuestario de dotación de personal suficiente para no tener confinados e inmovilizados a las personas mayores en los centros residenciales que, si no morían de Covid, morían de pena.
El tercer abandono, que no se realizaron test a los trabajadores y mucho menos a los residentes hasta que no ha sido demasiado tarde y aún queda mucho por hacer.
También el CERMI Extremadura, el 24 de marzo en Europapress les pedía pruebas rápidas de coronavirus para quienes trabajan en primera línea de atención social. Que prioricen, decían, la aplicación de pruebas diagnósticas rápidas de coronavirus a las personas con discapacidad que residen en instituciones colectivas y a los trabajadores que las apoyan y atienden como Población Diana en riesgo extremo. Pero tampoco hicieron caso.
El cuarto abandono es que las residencias cerraron muy tarde sus puertas, a pesar de que se veía venir la incidencia que ocurría en otras regiones y cuando algunas residencias privadas o públicas municipales les pedían o les informaban que querían cerrar en la primera semana de marzo, ustedes les denegaban el permiso. Muchas, evidentemente, no. muchas, evidentemente, no le hicieron caso y probablemente por ello no tuvieron contagio entre sus residentes.
El quinto abandono que ustedes han dejado abandonados a los familiares de los residentes a su suerte, sin saber de sus mayores. A veces sólo le llamaban para que el médico les preguntara si daban su consentimiento para sedar a su familiar, porque tenían Covid, cuestión que incluso desconocían los familiares.
Sería imposible enumerar la cantidad de videos enviados, WhatsApp, cartas que han mandado a través de las redes sociales los familiares de las residencias reclamando tener información de sus familiares. Por eso, en nombre de ellos hablamos nosotros hoy aquí.
Mire, señor Granado, de las conversaciones que hemos mantenido con las direcciones de los centros residenciales con los que nos hemos puesto en contacto podemos extraer algunas conclusiones: que cerrar pronto la residencia, supuso cero contagios; que haber tenido desde el principio material de protección y no esperar que el SEPAD los mandara o el SES, supuso cero contagios; y haber realizado test pagándolos la propia residencia, supuso cero contagios.
Menos mal que la Fiscalía está tomando cartas en este asunto tal y como lo recogía el periódico Hoy el 10 de junio, que han abierto 18 diligencias sobre residencias de ancianos, de las cuales, cuatro fueron archivadas y permanecen en trámite 14, repartidas a partes iguales entre las civiles y las penales.
El 10 de junio, el periódico Hoy dice que la lista de espera para ingresar en residencias crece durante la pandemia. ¿Qué va a hacer usted con esto, señor Granado? ¿Cómo va a solucionar los ingresos residenciales? Porque no sólo quiere, con el plan nuevo, no sólo quieren cerrar plazas en residencias para estar preparados, con lo que yo puedo estar de acuerdo, pero qué vamos a hacer con los mayores que necesitan tener residencia.
Usted ha dicho en su intervención que quieren hacer una historia clínica unificada, pero esa historia clínica unificada ya la presentó el Partido Popular en el marzo del 2015. Véase la gestión. Ya la implementó. Ustedes la pararon. Ahora, si la hubieran continuado, ya estaría terminada.
Mire, hay que inspeccionar las residencias, pero también hay que inspeccionar las residencias del SEPAD, hay que inspeccionarlas porque también tienen muchísimas deficiencias.
Y, por último, ¿qué pasa si hay un rebrote en octubre? ¿Están ustedes preparados? ¿Cómo? ¿Cómo están preparados?, porque eso no ha dicho nada.
Usted nos presenta un plan que tiene una visión de futuro a dos años, pero si hay un rebrote en octubre qué va a pasar.
Y, por último, se lo pregunto antes de que se lo pregunte otra vez. ¿Hay algún contagiado en la asistida? Por favor.
Gracias.
SEÑORA RODRÍGUEZ PÍRIZ:
Bien, señor gerente, usted ha dicho en alguna ocasión, que le he oído yo decir que la gestión que ha hecho sobre la Residencia Asistida es la mejor posible. Eso se lo he oído yo decir en alguna ocasión.
Entonces, a mí me gustaría decirle que si eso es lo que usted ha sido capaz de hacer, con referencia a la gestión de la asistida, debería de haber dejado el cargo mucho tiempo.
Mire, yo quiero preguntarle por qué la Residencia el Cuartillo ha tenido un índice de letalidad tan superior a la media nacional. ¿Por qué en la Residencia el Cuartillo han muerto casi 100 personas, aunque ustedes se empeñen en decir que han sido 75?
Y le pregunté en la anterior comparecencia, mía, mía, no de ninguno y, con lo cual, puedo referirme a ella, si es verdad que hay otro contagio en la Asistida de Cáceres solo cinco días después de que se diera de alta el último infestado y que pone en cuarentena a dos trabajadoras. ¿Es verdad que se trata de una anciana que ha sido derivada al hospital con una neumonía y que se mantiene aislado a su marido, aunque ha dado negativo en una primera prueba?
¿Es verdad que la situación ha generado alarma entre los familiares de los residentes y los trabajadores? ¿Y que estos últimos han tenido que volver a utilizar los equipos de protección individual, que habían aparcado hace unos días y reclaman, de nuevo soluciones, para este centro?
¿Sabe si algún otro anciano puede estar, también, infectado, ya que la residencia había retomado, en parte la normalidad y los mayores ya podían salir al jardín y ya almorzaban juntos en los comedores de planta?
Mire, señor Granado, el 11 de marzo de se produjo una concentración de personal en la Residencia Asistida el Cuartillo en demanda de personal y medios materiales para proporcionar una asistencia sociosanitaria de calidad a los residentes. Y dice usted que habían hecho muchas contrataciones.
Las concentraciones del personal a las puertas de la residencia han sido constantes, como así está documentando, ampliamente, en prensa. Estas concentraciones son debidas, como reseña, a los medios de comunicación a que la falta de medios humanos era ya insostenible.
Los trabajadores se quejan de que la falta de material es constante. La provisión del vestuario es inexistente, desde hace años, llegando al extremo de que los propios trabajadores acabamos –dicen ellos– comprando nuestro uniforme. El funcionamiento de la bolsa de trabajo no es adecuado. No se sabe nunca cuándo serán cubiertas las bajas que se producen. En ocasiones se tarda más de una semana.
Y, por último, la formación específica en primeros auxilios y en atención al usuario dependiente es mínima.
Esto ocurría el 11 de marzo. Y ustedes dejaron que se hiciera esta manifestación y, además, les estaban ya demandando trabajadores, que ustedes, evidentemente, no contrataban.
Muchas gracias.
SEÑORA RODRÍGUEZ PÍRIZ:
Una pregunta que le hago, señor Granado, y no me la responde.
¿Hay infectados nuevos en la asistida sí o no? Porque a esa se le ha olvidado contestarme.
Mire, dice usted que no tiene manual de instrucciones. Pues acaba de decir el director gerente del SES que no le gustan los manuales de instrucciones. Pónganse de acuerdo si quieren un manual de instrucción o no para llevar la crisis del Covid.
Mire, el 18 de marzo estuvieron todos juntos en el comedor trabajadores y residentes cuando ya había, cuando ya estaba el estado de alarma. Y usted no ha depurado ninguna responsabilidad. A la directora no le ha pasado nada. Estaban todos juntos en un estado de alarma.
Los trabajadores aparecían en fotos denunciando la precariedad de los sistemas de protección bolsas de basura a modo de EPIS y mascarilla donada por gente anónima. Y usted no hacía nada en ese momento. Por tanto, no tenían protección, no realizaron test y había mucha escasez de personal. Los familiares han clamado a quien le quisiera oír lo que estaba ocurriendo. Estaban avisando que iba a ser una tragedia como así ha sido y ustedes miraban para otro lado. Pero las consecuencias las han pagado los mayores y las siguen pagando.
Me decía un familiar, literal: “el Cuartillo de Cáceres ha sido el Guantánamo extremeño. Los residentes que estaban vivos han estado 74 días sin tomar ni ver el Sol. Han estado recluidos en su habitación, sin atención, sin moverse y sin nadie que les moviera, porque los trabajadores estaban saturados de trabajo. Los familiares clamaban que si no los mataba el Covid se iban a morir de pena.” Y el fisioterapeuta estaba de baja paternal y no sustituyó y por tanto, no podía hacerles ejercicios.
Todos los familiares coinciden en el grave deterioro que han sufrido sus padres. Tengo un WhatsApp del 21 de mayo que le trascribo: “la asistida parece un campo de concentración.
Los abuelitos que están bien y que por no haberles realizado el test y no saber quién está sano están recluidos en las habitaciones. Ya no conocen a los familiares. Están perdiendo masa muscular, deterioro cognitivo, escaras. Están fatal. Necesitan la ayuda urgente de todo aquel que le pueda echar una mano. Una videollamada a la semana de un minuto o una foto, por favor. Preguntar al señor Vergeles, ¿cómo está la asistida? Porque ahora mismo el que está sano podría salir de allí y los familiares podrían estar con él. Cuando pase esto el 90% se le ha ido la cabeza. La poca movilidad que tenía ya no la tienen.” Literal.
El Periódico Extremadura decía el cuatro de junio que los mayores que han superado la enfermedad sufren ahora un importante deterioro físico y cognitivo, delgadez extrema, desorientación y dificultad para caminar son los principales síntomas. Lo cuentan a este diario los familiares. Mi madre necesita ahora una silla de ruedas y tienen que atarla porque no se sostiene. Parece un cadáver.
Pero no sólo los que han padecido Covid, sino que el resto también lo han sufrido debido al confinamiento. ¿Cómo van a revertir esta situación en los mayores que siguen allí? ¿Cómo les van a solucionar que se encuentren mejor? No han hecho refuerzo. Han hecho lo justo.
Pero que algo que se ha hecho mal es evidente, lo dice incluso el alcalde Luis Salaya de su partido, en una entrevista al Periódico de Extremadura el 12 de junio, cuando afirma: “He preguntado todos los días, también a los trabajadores y familiares. Es muy difícil de valorar.
Está claro que algo se ha hecho mal.” Y lo dice su compañero de partido. “Principalmente en la asistida. Ha habido fallos y hay una investigación abierta.” Y el periódico Hoy recoge sus declaraciones: “ya sabemos que es un centro vulnerable por la edad.” Claro, todos lo sabemos. Todos lo sabemos. Estaría bueno. “Y las características de los residentes, pero sin duda se han cometido errores y algo ha pasado para que fuera imposible frenar los contagios durante tantos días.”
¿Qué ha pasado, señor Granado, lo sabe usted lo que ha pasado? Ustedes le dijeron a los familiares que no hacía falta que acudieran a la Fiscalía, que estaban dispuestos a darle información, dijeron en prensa. “Nosotros le proporcionaremos a las familias toda la información y todos los datos que nos pidan.” Los familiares preguntan al señor Vergeles si el resto de fallecidos en la residencia del Cuartillo de Cáceres desde que ustedes contabilizaron el último muerto hasta el día de hoy no han estado en algún momento contagiados de Covid.
Usted sabe que la residencia llegó a infectarse casi el 80% de los usuarios. Concretamente 252 de los 320 que vivían cuando empezó la crisis sanitaria.
Se han hecho constar como causa de su defunción otras patologías previas y no se le ha calificado como Covid-19 o como posible Covid-19 o defunción a causas de otras patologías previas que se han visto agravadas por la infección e incluso por las secuelas del Covid.
Hace un mes había 75 fallecidos oficialmente en la asistida, pero ya sumaban casi 100 en su totalidad. ¿Cuántos fallecidos se contabilizan a día de hoy? ¿Cuántos fallecimientos se han producido durante los 100 días del estado de alarma, señor Granado? Díganos ya la verdad, por favor. Porque así dormirá usted mejor.
Muchas gracias.