Familiares de residentes infectados por Covid-19 se unen a la querella y reclaman reparación por las secuelas
Según la información a la que ha tenido acceso este medio, algunos familiares de residentes también se van a sumar a la demanda a la Residencia Asistida de Cáceres por las secuelas que han percibido en sus seres queridos tanto físicas como cognitivas, y consecuencia de haber sido infectados por el Covid-19 en el citado centro.
Los familiares de los residentes están intentando recabar información del número exacto de residentes que antes de ser infectados por Covid-19 en la Residencia Asistida El Cuartillo de Cáceres se valían por si mismos, eran activos, vitales y estaban lúcidos y con sus facultades mentales pletóricas; y ahora, tras haber superado la enfermedad, han quedado en estado prácticamente vegetativo. Algunos familiares hablan de una cifra cercana a los 40 residentes a los que les han quedado secuelas y padecerán un deterioro de su calidad de vida grave e irreversible.
Según se puede comprobar en una sencilla búsqueda en Internet, son varias las investigaciones que auguran un futuro incierto de aquellas personas que han conseguido vencer al coronavirus.
Las personas mayores afectadas por el coronavirus corren un mayor riesgo de padecer otro tipo de enfermedades graves o incluso discapacidad.
Pueden tener más riesgo de padecer enfermedades futuras como ataques cardíacos, derrame cerebral y problemas renales.
Así como atrofia muscular y debilidad ante la falta de movilidad y su riesgo de padecer enfermedades cardíacas es 4 veces mayor.
Padecerán un aumento importante de los problemas de salud mental derivados del Covid-19. Casos de ansiedad, depresión e incluso trastorno de estrés postraumático.
Otra de las repercusiones que causa en las personas mayores afectadas por el Covid-19 es el delirio o síndrome confusional agudo (SCA), que puede conducir a alteraciones cognitivas a largo plazo, tales como problemas de memoria.
El perjuicio por pérdida de la calidad de vida, consecuencia de ello, puede ser muy grave. Veremos casos de discapacidad física o psíquica del residente a resultas de haber sido infectado. Con afectación absoluta en sus actividades y las secuelas interagravatorias, que son aquellas secuelas concurrentes que producen por su recíproca influencia una agravación significativa de cada una de ellas; todas ellas además agravatorias de estado previo del residente, lo que supondrá una extensión e intensidad del perjuicio psicofísico, orgánico y sensorial, la afectación en sus actividades como hemos indicado, dolores, así como la discapacidad física, intelectual o sensorial apuntada.
Todo lo cual supondrá unos gastos por pérdida de autonomía personal que comprenden ayudas de tercera persona y técnicas; o, en su caso, gastos por estados vegetativos crónicos y tetraplejias.
Lo que las familias estiman que se pedirá para cada querellado es una pena por conducta imprudente que puede variar de entre los seis meses a los cuatro años de cárcel, dependiendo de la calificación final, por cada uno de los residentes por lesiones, secuelas y daños.
Y en concepto de responsabilidad civil las familias proponen que se solicite a la Junta de Extremadura, al SEPAD y al propio centro, el pago a cada querellante de una indemnización de entre 30.000 y 50.000 euros, por las lesiones, secuelas y daños causados; así como por el padecimiento sufrido por sus familiares.
Los familiares de los residentes están intentando recabar información del número exacto de residentes que antes de ser infectados por Covid-19 en la Residencia Asistida El Cuartillo de Cáceres se valían por si mismos, eran activos, vitales y estaban lúcidos y con sus facultades mentales pletóricas; y ahora, tras haber superado la enfermedad, han quedado en estado prácticamente vegetativo. Algunos familiares hablan de una cifra cercana a los 40 residentes a los que les han quedado secuelas y padecerán un deterioro de su calidad de vida grave e irreversible.
Según se puede comprobar en una sencilla búsqueda en Internet, son varias las investigaciones que auguran un futuro incierto de aquellas personas que han conseguido vencer al coronavirus.
Las personas mayores afectadas por el coronavirus corren un mayor riesgo de padecer otro tipo de enfermedades graves o incluso discapacidad.
Pueden tener más riesgo de padecer enfermedades futuras como ataques cardíacos, derrame cerebral y problemas renales.
Así como atrofia muscular y debilidad ante la falta de movilidad y su riesgo de padecer enfermedades cardíacas es 4 veces mayor.
Padecerán un aumento importante de los problemas de salud mental derivados del Covid-19. Casos de ansiedad, depresión e incluso trastorno de estrés postraumático.
Otra de las repercusiones que causa en las personas mayores afectadas por el Covid-19 es el delirio o síndrome confusional agudo (SCA), que puede conducir a alteraciones cognitivas a largo plazo, tales como problemas de memoria.
El perjuicio por pérdida de la calidad de vida, consecuencia de ello, puede ser muy grave. Veremos casos de discapacidad física o psíquica del residente a resultas de haber sido infectado. Con afectación absoluta en sus actividades y las secuelas interagravatorias, que son aquellas secuelas concurrentes que producen por su recíproca influencia una agravación significativa de cada una de ellas; todas ellas además agravatorias de estado previo del residente, lo que supondrá una extensión e intensidad del perjuicio psicofísico, orgánico y sensorial, la afectación en sus actividades como hemos indicado, dolores, así como la discapacidad física, intelectual o sensorial apuntada.
Todo lo cual supondrá unos gastos por pérdida de autonomía personal que comprenden ayudas de tercera persona y técnicas; o, en su caso, gastos por estados vegetativos crónicos y tetraplejias.
Lo que las familias estiman que se pedirá para cada querellado es una pena por conducta imprudente que puede variar de entre los seis meses a los cuatro años de cárcel, dependiendo de la calificación final, por cada uno de los residentes por lesiones, secuelas y daños.
Y en concepto de responsabilidad civil las familias proponen que se solicite a la Junta de Extremadura, al SEPAD y al propio centro, el pago a cada querellante de una indemnización de entre 30.000 y 50.000 euros, por las lesiones, secuelas y daños causados; así como por el padecimiento sufrido por sus familiares.
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Nota: Si conoces a cualquier familiar de fallecidos o perjudicados -familiares de residentes que no hayan fallecido- de la Residencia le haces llegar el formulario de contacto. Gracias.
https://forms.gle/nzMe4i8FXDRdyfUr6